por Carolina Velasco
La profesión de Community Manager está cada vez más relacionada con la psicología, no en vano, el marketing y la publicidad de 2012 se enfrenta a desafíos de índole “humana” esto es, deben ser capaces de llegar al lugar exacto donde se genera la emoción.
Esto que puede parecer una obviedad no lo es en absoluto, si tenemos en cuenta que hablamos de profesionales con capacidad para liderar grupos de personas en pos de construir marcas sustentadas por la reciprocidad y centradas en la coherencia.
La realización de tareas debe ser abordada desde la simplicidad
2012 Se presenta como un año en movimiento, un año en el que llegar al consumidor se ha transformado en el principal objetivo para las marcas y para ello, la figura del Community Manager emerge como el hilo conductor hacia los clientes. Es a través del acceso a las emociones y creencias de los individuos, que se produce la generación de un vínculo sólido y comprometido.
Partiendo de esas dos premisas fundamentales: Web móvil y necesidad de líderes, es que la profesión del Community manager se presenta como el aliado indispensable de las marcas y empresas que busquen un crecimiento sustentado, horizontal y eficiente.
Son muchas las habilidades que deben desarrollarse para ser considerado un líder de opinión; planificar y delegar, gestionar y motivar, etc., la experiencia nos ha demostrado que no necesariamente los profesionales con expedientes académicos más brillantes, se transforman en líderes.
¿Cómo realizamos la transición de experto a líder sabiendo que el principal objetivo es evangelizar a nuestros clientes?
Este proceso de transición es uno de los principales desafíos de los Community Managers en el momento actual, ser uno más del equipo y además, ostentar el cargo de “líder de opinión” no es algo que se logre con un par de clics.
Trabajo en Equipo
Lo primero que debemos lograr es ser visto desde el interior de nuestra organización como un líder de opinión. Los Community manager deben saber que sus funciones se ven ampliadas a medida que consolidan el fenómeno social y la comunidad es la prueba más visible de su éxito. Contar con la fidelidad de los clientes internos (miembros del equipo) es el primer paso para lograr el liderazgo.
Perseverancia
Acceder al subconsciente y modificar rasgos de nuestra personalidad, no es un camino fácil. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que, generalmente, las “incapacidades” son sólo una muestra de bloqueo emocional. Trasformarse en una persona con capacidad para perseverar, nos ayuda a liderar de forma eficiente el estrés inherente al puesto así como, un tema no menor, gestionar adecuadamente las crisis.
El ser positivo
Tenemos una tendencia férrea asociar las emociones a experiencias pasadas, en términos generales un líder es aquella persona que ha sido capaz de separar sus emociones de sus recuerdos, logrando con ello enfrentar de forma positiva cada situación. Transmitir positivismo se asocia a la esperanza y ésta es una de las razones por las que los clientes se vinculan con las marcas.
Gestión de los conflictos y resolución de problemas
Pensar que no van a existir problemas es una utopía. La interacción de personas en pos de objetivos en común nunca está exenta de obstáculos. Los Community managers deben ser capaces de enfrentarse a dificultades siempre mirando hacia su resolución, apasionándose por ello y permaneciendo concentrados en lograr el objetivo.
Definitivamente la figura del Community Manager emerge el nexo conductor entre las marcas y los clientes, capaces de unir a las personas logrando la consecución de un objetivo común a través de un camino individual realizado en pos de objetivos particulares.
Necesitamos líderes de opinión que nos ayuden a creer que las emociones y las experiencias, el posicionamiento y la conversión, la consecución de objetivos y el cumplimiento de las metas, y sin duda alguna... la visualización de nuevas y constantes oportunidades de crecimiento, son procesos que comienzan desde el interior de cada uno de nosotros y la forma en el que enfrentemos los desafíos que tenemos por delante.
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